David Farrán: “Todo lo malo que me pasaba jugando, era lo que me llevaba a lo bueno”

Notable y talentoso jugador, cualidades que lo llevaron a ser uno de los más destacados de su época y campeón del mundo con la celeste y blanca. Temperamental, dejaba la vida en la cancha, se destacó siempre. Varios años en el extranjero, decidió no volver a jugar en Europa porque su hija nació en su ausencia. 

Simplemente es el “Colo” Farrán, siete temporadas y media en el Viejo Mundo. Afín a todo el ambiente del Hockey sobre Patines, este notable ex jugador reconoció en Clasico Deportivo que el fuerte carácter que mostraba en la cancha, se debía a una sensación “inexplicable”.  “Adentro te transformas” le decía la gente y tenía que ver con eso que sentía.

 

Fue entrenador, reconoció que se fue invicto al perder las cuatro finales que dirigió, un día dejó los patines y al poco tiempo dijo adiós al deporte que le dio fama.

 

Tuvo siempre el privilegio de transformar en bueno cada momento que jugó.

 

Hoy su presente pasa por otro deporte, el ciclismo y el triatlón que lo llevaron a volcar, en parte, toda la pasión por el deporte que le inculcaron desde chico. Aunque para todo el mundo sea el “Colo” Farrán, el que dejaba la vida en cada jugada.  

 

 

 

-¿Que fue para vos ser jugador de Hockey?

- Fueron muchas cosas que el hockey me dio. Me educó, me dio disciplina, me dio una infancia inolvidable, ya que estaba casi todo el día en el club Estudiantil. Cuando yo era chico, era una conjunto de familias y así pude disfrutar también con mi familia. Me dejó amigos de todo la vida que hoy los sigo disfrutando. Podría decir que el hockey fue todo para mí, después se convirtió en mi profesión aunque yo nunca me di cuenta porque yo lo hacía solo por la pasión que sentía.

 

¿Qué balance te dejó tu carrera de hockista?

-Altamente positivo más allá de que yo tuve que sacrificar muchas cosas por hacer de esto mi profesión tales como la que más me marco que fue el no poder estar presente en el nacimiento de mi primer hija. Deportivamente creo que más no puedo pedir ya que logré muchos títulos a nivel nacional y en el exterior

 

-¿La experiencia europea, tan joven, fue importante para vos?

-Cuando tenía 18 años me fui a jugar a la Coruña. Creo que era muy joven todavía y el extrañar tanto a mi familia me hizo volver a los 6 meses. Luego estuve dos temporadas en Reus, dos temporadas en el Salerno de Italia, dos temporadas y media en el Follonica y media en el Viareggio la cual fue la última fuera del país. Fue justamente cuando nació mi hija, el parto se adelantó y llegué al día siguiente. Ahí decidí que era el momento de no volver más a Europa.

Mi experiencia fuera del país fue muy importante  por varios motivos, pude hacer de mi pasión una profesión, me hizo madurar como persona, yo sufrí mucho el desarraigo y creo que en el sufrimiento crecí y entendí muchas cosas.

 

-¿Consideras que fuiste un jugador temperamental y en todo caso, tu temperamento, te jugó, alguna vez, una mala pasada?

Sin dudas que fui un jugador muy temperamental y me trajo muchos disgustos sobretodo en inferiores, a tal punto que mi madre siempre me decía que no jugará más. Me veía sufrir mucho porque no sabía perder, me afectaba mucho, me expulsaban, y la gente me decía tan buena gente que sos fuera de la cancha, pero adentro te transformas y era cierto, yo en la cancha vivía algo inexplicable

 

-¿Qué partido recordás que haya sido muy significativo y porque?

-La final de la Liga que ganamos con Estudiantil fue sin dudas un partido que me marcó porque fue darle al club, que me vio crecer, un título que todavía el no conseguía. Y el otro fue mi último Argentino en Paraná, también con Estudiantil, que lo ganamos en el último segundo. Te podría nombrar muchos más pero creo que eso dos fueron muy especiales porque yo cuando ganaba en Estudiantil sentía que devolvía algo de lo que había recibido en mi infancia

 

 

 

-¿Si tenes que destacar algún compañero en particular, que nombre elegirías?

-Sería injusto si tendría que nombrar solo a un compañero de equipo. Ahora compañero, lo que se dice compañero en el hockey, mi viejo. Siempre me acompañó y estuvo conmigo, en todo momento.

 

-¿Cuál fue el mejor equipo que integraste y porque?

-El Follonica del los " hermanos". Lejos el plantel con más alto nivel que me tocó ser parte. Los Bertolucci, Los Mariotti y los gemelos Michiellon, Andrea Doria al arco. Un plantel fenomenal de buena gente

 

¿Qué  implico ser jugador de selección y, especialmente, campeón mundial?

-Ser campeón del mundo es lo que todo jugador quisiera lograr y creo que solo algunos pueden llegar a formar parte de una selección. Y si encima tenés el privilegio de ganar un mundial es algo único. Eso me hizo sentir un privilegiado realmente porque, que he visto jugadores de muchísima calidad, como mi amigo Sebastián Molina, que nunca pudieron  jugar un mundial y yo lo consideraba un fenómeno. Por eso fui un privilegiado

 

¿Qué es lo mejor y peor que te dejo el hockey?

Lo mejor que me dejó el hockey es que tomé el deporte como un estilo de vida y lo mantengo hasta el día de hoy.  Y, la verdad, no tengo algo malo que me haya dejado, todo lo malo que me pasaba jugando, era lo que me llevaba a lo bueno

 

-¿Que balance te dejó tu etapa de entrenador y volverías a dirigir?

-Fue muy positivo el ser entrenador. La primer experiencia me tocó siendo jugador y llegamos a las dos finales del oficial y Liga. Luego, al año siguiente que dejé los patines, fui técnico de mis propios compañeros y también logramos llegar a las dos finales. Lo peor fue que las cuatro finales las perdí. Como DT me fui invicto (risas). No volvería a ser entrenador porque no es el momento de mi vida en el que pueda disponer de tiempo para hacer las cosas en un proyecto deportivo. Ofrecimientos he tenido todos los años, gracias a Dios, tanto de entrenador como de jugador pero he tenido que decir que no.

 

 

-¿Cómo ves el hockey actual, vas seguido a la cancha?

-No lo veo bien, y no volví nunca más a la cancha. Me alejé completamente del hockey. Tengo un sobrino que heredó mi pasión por el hockey y, de vez en cuando, voy a verlo pero solo eso.

 

-¿Cómo conocedor de este deporte, tenés alguna fórmula para desterrar la violencia del hockey?

La violencia en el hockey creo que se da por muchos factores. Desde la parte dirigencial, árbitros, público y en último lugar pondría la actitud de los jugadores. Habría que trabajar en educar mejor a todos estos factores. Pero no quiero opinar demasiado porque, la verdad, estoy alejado.

 

Finalmente quiero decir que en ciclismo encontré el remplazo y se me ha creado una nueva pasión por este deporte. Ahora también empecé a correr triatlón. Gracias a Dios porque fue muy difícil dejar de jugar y no sabía qué hacer.